lunedì 14 maggio 2007

* Mi PRiMa-VerA y LoS TaLLereS de Sant Ponç

Fotos realizadas por Pierre Henri Manderscheid, Barcelona 2007:



Mi PriMA-VeRA!!!
CONJURO
Que el azar me lleve hasta tu orilla,
ola o viento, que tome tu rumbo,
que hasta ti llegue y te venza mi ternura.
(Dario Jaramillo Agudelo - Colombia)

(LaS FLorEs de Van GoGH!)

* LOs TaLLerEs dE Las HiERBas MáGiCAs PoR el Día De SanT PoNç
10 mayo de 2007
Talleres en la Biblioteca de TORRE LLOBETA (Maragall - BCN - Mayo 2007 a niños de 7 años)

VIVIR CON MIEDO ES VIVIR A MEDIAS
(La historia de lo que le sucedió a un niño miedoso que se volvió valiente)


Esteban vivía con mucho miedo y como no tenía más hermanos, se triplicaba aun más el miedo que lo invadía. La Gran Ciudad donde habitaba con sus papás era enorme y él sentía que estaba dentro de las víceras de un monstruo gigante que se lo quería devorar a mordiscos. Todo lo asustaba: el ruido de los coches que pasaban por la Ronda, el silencio de la noche, los aviones que atravesaban el cielo, las voces de los vecinos cuando discutían, los maullidos del gato de la ancianita del tercer piso, las fotos de sus abuelitos, los ladridos del perro del vecino, y muchas cosas más. Muchas. MUCHÍSIMAS.

Los papás de Esteban eran médicos y tenían que ir a un congreso en otra Gran Ciudad. Como iban a estar muy ocupados, decidieron que lo mejor era enviarlo a casa de la tía Ángela, esa hermana de su papá que era muy extraña y vivía en un pequeño pueblo llamado Santa Fe.

Esteban no podía creer lo que le estaba sucediendo. ¡Eso sí que era una verdadera pesadilla! Tía Ángela pasaba sus días entre gallos, gallinas, libros con fórmulas y recetas, plantas con poderes extraordinarios, hojas misteriosas, cerditos, insectos, ranas, luciérnagas, especies, condimentos y todo eso, junto a otros monstruos, le daban MUCHO MIEDO.

La tía era muy cariñosa y lo recibió con abrazos, bizcochos, roscas, buñuelos, besos y bombones. Pero nada de eso sirvió para que Esteban dejara de sentir la angustia que lo invadía. La tía le hizo una infusión de Valeriana para que se sintiera más tranquilo, pero era tan grande su SUSTO, que no le hizo mucho efecto. Le faltaba el aire y le costaba trabajo mover los brazos y las piernas. Era como si alguien lo hubiera congelado. Hasta tenía ganas de vomitar.

Entonces decidió salir a dar un paseo y tomar aire, pero en vez de tomarlo, terminó acabándose el poco oxígeno que le quedaba en sus pulmones. No podía creer lo que sus ojos estaban viendo: de la copa de un árbol, un Monstruo Invisiblemente Verde empezó a bombardearlo con tripas rellenas de sangre de iguana tropical. ¡Auxilio, caían bombas del cielo!

Esteban empezó a correr como un loco mirando para atrás hasta que chocó contra un muro exageradamente alto. ¡Seguro que era la casa del Monstruo Invisiblemente Verde! Detrás de este muro vivían la esposa del Monstruo, sus hijos, abuelitos maternos, paleta, cartero, mascotas y padrinos, y Esteban podía oirlos hablar a todos al mismo tiempo. ¡Qué susto qué lo invadió! ¡La familia del Monstruo Invisiblemente Verde lo iba a descubrir espiando y lo iban a atar en la cima del muro por doce siglos. ¡Y empezó a correr, y correr, y CORRER!

Cuando vió frente a sus ojos al hermano del Monstruo Invisiblemente Verde con sus tres cabezas que lo esperaba al final del camino de piedra, pensó que había llegado su fin. Cerró los ojos como buen miedoso y gritando a todo pulmón, se lanzó cuesta abajo. El Monstruo de las Tres Cabezas lo perseguía, pero él corría más rápido. Alguna vez había oído que la gente cuando está bajo amenaza, se vuelve más fuerte y veloz, y vaya que tenían razón. ¡NADIE EN SANTA FE PODÍA DETENERLO!

Pero el Monstruo de las Tres Cabezas también era veloz, aunque no estuviera asustado, y seguía persiguiéndolo. Entre más rápido corría Esteban, más rápido corría el Monstruo. Si Esteban subía, el Monstruo también lo hacía. ¡Su corazón se le quería salir del pecho! ¡Vaya SUSTO!

Y fue así como le tocó entrar a la Huerta Secreta de la Tiita Ángela a la que jamás había querido entrar. ¡Qué cantidad de plantas que tenía sembrada su Tía en ese lugar! ¡Parecía una selva! Cada una tenía un letrerito de madera con su nombre y una dedicatoria especial:
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- Artemisa: tonifica la piel. Usar en la noche de San Juan para alejar la Mala Suerte.
- Aloe Vera: cicatriza las heridas y es un buen laxante. Aplicar en la piel y pelo para dejarlos más suaves.
- Caléndula: desinflama la piel y cura los resfriados. Quedarse mirando sus flores anaranjadas para sentirse más feliz.
- Lavanda: tónica y su infusión ayuda a los trastornos de la tripa. ¡Ayuda a quitar los gases intestinales y tener más amigos!
- Manzanilla: quita los dolores de tripa. Tomarse una infusión para dormirse rápido en la noche.
- Menta: quita el sueño. Su perfume es inolvidable.
-Muérdago: es diurética. Quemar el 13 de diciembre, noche de Santa Lucía para que se cumplan todos los buenos deseos. Si dos personas se besan bajo un Muérdago, quedan unidas para siempre.
- Romero: favorece la buena digestión. Colgar un puñado de romero seco detrás de la puerta para atraer la prosperidad.
- Tilo: calmante. Tomar antes de ir a la cama para soñar con los angelitos.
- Tomillo: es antiséptico y antibiótico. Quita los ataques de tos.

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Esteban nunca entendió si fueron las plantas curativas, la Huerta Mágica, el cariño de su tía Ángela, los libros llenos de secretos, los buñuelos o un hechizo secreto, pero de repente, empezó a sentirse más fuerte y sereno.
“¡Voy a tener que hablar con el Monstruo para ver porque me persigue y no me deja en paz!” pensó convencido.
Se volteó para buscarlo y ¡cuál fue su sorpresa al ver que no había Monstruo por ningún lado! El Monstruo era simplemente… su sombra! SI, SU SOMBRA.

Era medio día y brillaba sol. Se sentó, y obviamente, su sombra también se sentó pegada a su cuerpo. Esteban sonrió, y su sombra también lo hizo. Respiró profundo, relajó sus brazos y piernas y recordó todo lo que le había sucedido. Se dio cuenta de que había sido él el inventor de ese cuento de terror y entendió que si seguía mirando de esa manera a las cosas que lo rodeaban, le iba a quedar difícil ser FELIZ porque todo le daba MIEDO y no podia gozar de nada. Entonces hizo un pacto con su sombra que no se le despegaba:

1. “VOY A HACERME AMIGO DE LAS MONTAÑAS, LOS ÁRBOLES, LOS ANIMALES, LAS PLANTAS Y LAS FLORES, LAS ESPECIAS, EL CIELO, EL SOL Y LA NOCHE. NO VOY A PELEAR MAS CON EL MUNDO.
2. NO VOY A LLENAR MI IMAGINACION DE COSAS FEAS QUE NO HAN SUCEDIDO Y QUE SOLO ME LAS HE INVENTADO YO.
3. VOY A GOZAR DE LA VIDA QUE ES UN REGALO Y DISFRUTAR DE CADA SEGUNDO. ¡MI PRESENTE ES UN PRESENTE!”

Misteriosamente, el miedo desapareció para siempre y Esteban sintió que su cuerpo se sentía de maravilla, ¡cómo si hubiera vuelto a nacer! Decidió recorrer sus pasos y descubrió que las voces de la familia del Monstruo Invisiblemente Verde provenían de las voces de la gente que paseaban por la Feria de Dulces que se hacía en Santa Fe el 10 de mayo. Y hoy era 10 de mayo.

Regresó al árbol gigante y vió que las tripas rojas de sangre de iguana tropical, eran simples cerezas que Nuria le lanzaba desde arriba para llamar su atención. ¡Quería ser su amiga y cómo él no la miraba…!

Definitivamente, pensó Esteban dentro de sí, que “VIVIR CON MIEDO, ES VIVIR A MEDIAS” porque se estaba perdiendo de una cantidad de sorpresas maravillosas y le pidió a sus papás que lo dejaran en casa de Tía Ángela unos días más, hasta que la albahaca, el perejil y el anís crecieran, y así poder llevarse especies frescas a su casa de la ciudad y seguir llenando de magia y color su vida.

FiN
Cuento para celebrar con los niños el Día de Sant Ponç en la BIBLIOTECA DE TORRE LLOBETA.
Daniela Violi – Barcelona, 10 de mayo de 2007 ®